Platense entra en horas decisivas tras la caída frente a Independiente, que expuso un ciclo desgastado de Cristian González. La cúpula evalúa un acuerdo amistoso para evitar mayores tensiones en el vestuario.
Si ustedes miran el rendimiento, la racha sin respuestas y el clima interno empujan a una definición rápida. Se negocia la rescisión de contrato con plazos y condiciones claras, mientras la dirección de Platense evalúa un interinato, alternativas en el mercado y ajustes presupuestarios para no desordenar el plantel. Sin red.
La derrota ante Independiente como punto de quiebre
La caída frente a Independiente fue el punto de inflexión para la continuidad de Cristian González al frente de Platense. El golpe deportivo, acentuado por la goleada 3-0, dejó al equipo en zona baja, cerca del colista del torneo, y abrió conversaciones para una salida pactada.
Dirigentes y entrenador evalúan términos legales y económicos para una rescisión, con la intención de evitar fricciones y mantener puertas abiertas a futuro. El contexto, marcado por una racha de derrotas y un rendimiento colectivo en baja, alimentó la decisión de avanzar en un acuerdo.