Platense decidió actuar tras el 0-3 en Avellaneda, golpe que expuso un equipo sin respuesta. El club confirmó la salida de Kily González, sellada mediante un acuerdo mutuo con la dirigencia para desactivar tensiones.
Ustedes lo advirtieron fecha tras fecha, el rendimiento se apagó y la confianza se deshilachó. Con una racha de marcadores adversos y escaso volumen ofensivo, los malos resultados en Platense precipitaron el final de su ciclo al frente del equipo, y la caída ante Independiente solo aceleró el desenlace. Se acabó.
La goleada 0-3 ante Independiente fue el punto de quiebre
La salida de Kily González de Platense quedó definida tras una noche adversa frente a Independiente. La derrota 0-3 en Avellaneda fue el detonante que precipitó la decisión del entrenador y la dirigencia, en una cita disputada en el Estadio Libertadores de América con tribunas que marcaron el contraste.
El equipo había mostrado altibajos y una seguidilla que preocupó a los hinchas. Este golpazo ante Independiente confirmó la racha sin victorias reciente y dejó a Platense expuesto en fases clave del juego. «Asumo la responsabilidad», expresó el técnico tras el encuentro, antes de comunicar su salida.