En Avellaneda, Racing empujó y Flamengo mostró oficio, una noche de nervios que le abre paso a la final. Fue una semifinal de vuelta áspera, duelos al límite y el ruido como rival.
Ustedes vieron un equipo que supo sufrir y otro que no dejó de insistir, con el arco blindado por atajadas decisivas y una defensa que no se quebró. Flamengo gestionó tiempos y espacios, protegió la ventaja del Maracanã y selló una clasificación brasileña sin brillo, sí con temple, a la espera del rival que salga de Quito o São Paulo. Sin concesiones.
Racing empuja en Avellaneda y Rossi firma una noche decisiva
En Avellaneda, Racing apretó arriba y asumió el peso del partido ante un Flamengo más cauto. Por tramos se adueñó del balón y del campo, un dominio de Racing que obligó al visitante a gestionar riesgos y a reducir metros. La hinchada sostuvo cada embate.
Rossi apareció cuando el equipo más lo necesitaba, y cada intervención cortó el impulso local. Sus atajadas de Agustín Rossi sostuvieron la portería en cero y dieron confianza a una defensa compacta que se agrupó cerca del área. Estos puntos resumen lo vivido :
- Presión alta sostenida de Racing
- Seguridad de Rossi en balones cruzados
- Flamengo replegado y paciente
- Ambiente intenso en Avellaneda
Con uno menos, Flamengo administra la serie y espera a LDU Quito o Palmeiras
El Mengão se quedó con diez y eligió enfriar el ritmo, dosificando esfuerzo y tiempo. En esa inferioridad numérica, apostó por la administración de la serie a través de posesiones largas, faltas tácticas y orden.
Con el boleto a la final en mano, el equipo mira al otro lado del cuadro. El cruce con LDU Quito o Palmeiras definirá el adversario, y el vestuario ya habla de concentración, detalles y partidos cerrados. ¿Habrá cambios de plan? Por ahora, la base se mantiene : solidez atrás, transiciones cuidadas y experiencia en momentos límite.