En La Nueva Olla, Cerro Porteño dominó largas fases, pero Olimpia resistió con oficio y contragolpeó cuando pudo, dejando una sensación de batalla que exigió carácter y concentración extrema. El marcador 1-1 reflejó un cruce intenso, con intervenciones decisivas del arquero y balones al poste que frustraron a los locales.
Hubo dos penales desperdiciados por Cerro y expulsiones que dejaron a Olimpia al límite, mientras la posesión favoreció de forma clara al equipo azulgrana. Ustedes reconocerán que este clásico paraguayo de la jornada 17 se jugó con nervios de acero, más resistencia que brillo, y un desenlace abrupto.
Un punto con sabor a hazaña para Olimpia en La Nueva Olla
En La Nueva Olla, Olimpia rescató un 1-1 que valió como una gesta en el clásico. El Decano pegó primero con un gol tempranero y luego se abroqueló con una defensa férrea para resistir el empuje azulgrana, cuidando cada pelota dividida y cada transición en campo propio.
- Apertura del marcador a favor de Olimpia.
- Empate de Cerro en la segunda mitad.
- Arqueros decisivos en varios mano a mano.
- Tarjetas que condicionaron el cierre del juego.
El tramo final exigió temple y resistencia con nueve, condicionado por expulsiones decisivas que alteraron el plan del visitante. Aun así, el punto fuera de casa pesa: moral alta, bloque compacto en momentos críticos y un mensaje claro para lo que viene en el torneo.
Cerro Porteño, superior en posesión, pero sin puntería desde el punto penal
Cerro Porteño se adueñó del balón y de los metros, pero no del resultado. El control se tradujo en dominio de posesión, aunque la historia cambió por penales desperdiciados y remates que no encontraron dirección, pese a la presión constante del público local en el clásico.
El empate llegó con la igualdad de Ignacio Aliseda, fruto de la insistencia por las bandas y los centros al área. Queda la sensación de dos puntos que se escapan, aunque el equipo generó volumen, recuperó alto y mantuvo al rival replegado durante largos pasajes del partido.