La situación alrededor de Memphis Depay se ha vuelto incómoda en São Paulo. De promesa ofensiva a foco de dudas, ustedes perciben señales que no se limitan al juego ni a los números del torneo.
Tras semanas de rumores internos, aflora un clima de tensión que expone un vestuario dividido y deja entrever un choque con el cuerpo técnico por criterios tácticos, roles y exigencias. Dirigentes, banca y hinchada presionan con agendas distintas, mientras el jugador mantiene su preparación y evita gestos innecesarios. La paciencia se agota.
Tensión creciente en el Timão : del vestuario a la cúpula
En Corinthians, Memphis Depay se encuentra en el centro de un clima ríspido que afecta el día a día del equipo. Varios reportes locales describen desencuentros y una fractura institucional que ya trasciende el vestuario y alcanza áreas sensibles del club.
Depay mantiene su rutina de trabajo, pero el diálogo con las áreas de decisión pierde fluidez según fuentes cercanas. En esta coyuntura, su relación con la directiva aparece cortada por desacuerdos sobre roles, tiempos de recuperación y participación en reuniones internas que ordenan la temporada.
El cruce con la barra y el enfriamiento con Dorival Júnior
Un episodio reciente intensificó la crispación: el neerlandés se vio envuelto en un altercado con aficionados que cuestionaron rendimientos y liderazgo. Dentro de ese intercambio surgieron reproches sobre la gestión del plantel, y la conversación se replicó en pasillos del CT con consecuencias anímicas claras.
La tensión se amplificó con el eco de la hinchada organizada, que presionó al grupo por respuestas. Desde entonces, se percibe una distancia con Dorival Júnior, reflejada en reuniones más frías y decisiones técnicas que delinean un vínculo menos cercano entre el atacante y el cuerpo técnico.
